La Casa de la Cultura fue originalmente una hacienda construida en 1847 llamada La Sauteña. Funcionó como una próspera compañía agrícola durante el Porfiriato pero fue utilizada como prisión durante la Revolución Mexicana. En el siglo 20, la hacienda se transformó en una empresa agrícola bajo el liderazgo de Íñigo Noriega pero generó resentimiento social. Tras la Revolución, la propiedad cambió de manos varias veces hasta que en los años 90 se iniciaron esfuerzos de restaur